Las plazas de mercado de Popayán fueron el escenario de los Diálogos Interculturales promovidos por la Universidad del Cauca, en los que se intercambiaron prácticas y saberes gastronómicos con las tradicionales cocineras de la región.
Foto: Suministrada
En el mes del Patrimonio Nacional, la División de Gestión de la Cultura, adscrita a la Vicerrectoría de Cultura y Bienestar de la Universidad del Cauca, desarrolló los Diálogos Interculturales de septiembre alrededor de la gastronomía tradicional del Cauca como elemento importante del patrimonio cultural, motor del desarrollo turístico y vehículo de identidad con el territorio a través de las mejores recetas de la culinaria de Popayán, preparadas con insumos caucanos y el mejor talento de las cocineras de mesa larga.
Este evento se llevó a cabo en la galería Las Palmas de Popayán, para contribuir a reactivar la economía de los restaurantes, de los emprendedores, de productores del campo y de toda la cadena productiva de este destacado sector, que cuenta con el tradicional Congreso Gastronómico de Popayán que motiva e impulsa a los talentos de la culinaria a la creatividad y el progreso.
Además, las plazas de mercado son el escenario de intercambio de prácticas gastronómicas y espacios de interacción, conocimiento y Diálogos Interculturales de la Alma Máter con diferentes actores de la región, alrededor de las cocinas populares con sus variados y deliciosos platos típicos de Popayán y el departamento.
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Así mismo, este encuentro con la gastronomía local también fue el preámbulo de una serie de actividades relacionadas con el patrimonio y la interacción de la Universidad del Cauca con la comunidad, afirmó Francisco Javier Valencia, jefe de la División de Cultura de la Alma Máter.
Indicó, que el elemento tradicional y patrimonial está relacionado con el saber que portan y comparten las sabedoras tradicionales, mujeres que están dejando un legado y que lo representan a través de los productos ricos no solo en sabor sino en tradición y en todos los elementos que utilizan para prepararlos, por consiguiente los diálogos culturales durante estas dos semanas se dedicaron a la gastronomía, al patrimonio y a hacer un homenaje a las mujeres que guardan la tradición a través de la gastronomía. Además, la Universidad del Cauca tiene una relación y un compromiso con la paz territorial y la comida invita a compartir, a ser generosos y al diálogo pacífico.
Agregó, que el patrimonio, las memorias, la identidad, son un símbolo de todos los saberes que tiene el Cauca como departamento multidiverso, por lo que es significativo que la Universidad esté presente en las plazas de mercado en donde se reúnen los saberes gastronómicos, toda vez que la cocina autóctona es un símbolo territorial, una muestra tanto de la cultura como de la naturaleza que define a los seres humanos con arraigo a un determinado lugar y la gastronomía típica se asocia a cada contexto porque es parte del patrimonio de las sociedades y un elemento de comunicación que se manifiesta en las tradiciones culturales y la gastronomía implica una sólida relación entre la vida rural y la urbana.
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Por su parte, Carlos Enrique Corredor, docente del programa de Ciencias Económicas y coordinador de la Maestría en Estudios Interdisciplinarios del Desarrollo de la Universidad del Cauca, manifestó que la galería Las Palmas, es un espacio intercultural que reúne a las cocineras de la plaza de mercado y a los cultivadores que ofrecen su variada producción agrícola para alimentar la gastronomía.
“En esta actividad en la plaza de mercado, una cocinera nos enseñó su saber gastronómico y la relación que tiene con el territorio y con lo que significa una cultura viva, en este caso la preparación de un plato típico porque somos lo que comemos y esa gastronomía está relacionada con la producción campesina, con saberes heredados de abuelas a madres que nos enseñan que la cultura no solo es una expresión artística, sino que está viva en la tradición,” subrayó el profesor Corredor.
También dijo que lo que se produce localmente ayuda a pensar como región, en este caso como territorio caucano y las plazas de mercado oxigenan el alma y el cuerpo y son lugares en donde se aprecian las diferentes expresiones socioculturales.
En este contexto, Edgar Gerardo Rojas, asiduo comensal de la galería Las Palmas, dijo que le encanta la comida que preparan las cocineras de mesa larga, como el caldo de pajarilla, la sopa de arepa, de maíz y de verduras, así como los tradicionales tamales de pipián, las albóndigas y el pollo apanado, menús que consume en ese lugar desde hace muchos años.
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En este ámbito, Kely Giovanna Barco, cocinera tradicional de segunda generación, quien trabaja en la galería Las Palmas hace cinco años y pertenece a la Corporación Corpoguardianas de Mesa Larga, dijo que le agrada la culinaria porque la hace servir a las personas, especialmente a los 15 adultos mayores en situación vulnerable que atiende todos los domingos.
“Me gusta llegar a los abuelitos desde mi cocina, ya que ellos quedaron desprotegidos porque la Alcaldía de Popayán les ofrecía el plato de comida y ahora están sin ese apoyo, por lo que ahora yo los acojo, les doy su plato de sopa, porque me tranquiliza saber que ese día el abuelito pudo comer,” puntualizó la joven cocinera.
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