La investigación financiada por el NIHR, evidenció que los pacientes tienen dos y medio veces más probabilidades de muerte después de sus cirugías, si la cirugía se realiza en las seis semanas siguientes a un diagnóstico de infección por SARS-CoV2.
Un nuevo estudio mundial liderado por expertos de la Universidad de Birmingham, en el cual participaron investigadores de la Universidad del Cauca y los hospitales Universitario San José y Susana López de Valencia de Popayán, evidenció que las cirugías deben ser retrasada por siete semanas después de una prueba positiva para Covid-19. Las cirugías que se llevaron a cabo dentro de las primeras seis semanas después del diagnóstico se asociaron con un incremento en el riesgo de muerte.
La Universidad de Birmingham, que está en el top 100 de mejores instituciones de educación mundial, dirigió el estudio que contó con más de 25.000 especialistas quirúrgicos que trabajaron juntos como parte del Covid Surg Collaborative. Este enorme estudio recolectó datos de 140.727 pacientes en 1.674 hospitales de 116 pacientes incluyendo a Popayán y otros hospitales colombianos en conjunto con países como India, Australia, Brasil, China, Emiratos Árabes, Reino Unido y Estados Unidos creando uno de los más grandes estudios en el escenario perioperatorio.
El proyecto fue financiado por el NIHR (siglas en inglés para Instituto Nacional para la investigación en Salud), el mayor financiador de investigación en salud y bienestar del Reino Unido.
Los investigadores descubrieron que los pacientes tienen dos y medio veces más probabilidades de muerte después de sus cirugías, si la cirugía se realiza en las seis semanas siguientes a un diagnóstico de infección por SARS-CoV2-.
Los resultados de este estudio fueron publicados en una de las mejores revistas mundiales en anestesiología. Los investigadores descubrieron que aquellos pacientes operados entre la semana 0-6 posteriores al diagnóstico de infección por SARS-CoV2 tuvieron un riesgo aumentado de muerte post operatoria.
“Recomendamos, que mientras sea posible, la cirugía sea retrasada por al menos siete semanas después de un resultado de una prueba positiva para SARS-CoV2, o hasta que los síntomas se resuelvan si los pacientes tienen síntomas continuos durante 7 semanas o más después del diagnóstico”, comentó uno de los autores principales, Doctor Dmitri Nepogodiev.
Otro coautor del estudio, Doctor Aneel Bhangu, agregó que “las decisiones concernientes a retrasar la cirugía deberían ser ajustadas para cada paciente, poner en una balanza las posibles ventajas de retrasar al menos 7 semanas siguientes al diagnóstico de SARS-CoV2 contra el potencial riesgo de posponer esa cirugía”. Sin embargo, para algunas cirugías urgentes incluyendo las de tumores avanzados, cirujanos y pacientes deben conjuntamente decidir qué hacer, después de considerar los riesgos y beneficios.
Otro resultado muy importante de este estudio, publicado en la revista British Journal of Surgery sostiene que los pacientes que se deben someter a una cirugía deberían ser priorizados para su vacunación. Los investigadores encontraron que entre el 0,6 por ciento y el 1,6 por ciento de los pacientes desarrollan una infección por COVID-19 después de una cirugía electiva. Encontraron que los pacientes que desarrollan una infección por COVID-19 tienen un riesgo de muerte entre cuatro y ocho veces mayor en los 30 días posteriores a la cirugía. Por ejemplo, mientras que los pacientes de 70 años o más, sometidos a cirugía oncológica suelen tener una tasa de mortalidad del 2,8% durante los 30 días posteriores a su cirugía, esta aumenta al 18,6% si desarrollan una infección por COVID-19. Este estudio sostiene que los pacientes quirúrgicos son un grupo de riesgo que necesita prioridad de vacunación.
“Muchos países, en particular los de ingresos bajos y medianos, no tendrán un acceso generalizado a las vacunas COVID durante varios años. Si bien los suministros de vacunas son limitados, los gobiernos están priorizando la vacunación para los grupos con mayor riesgo de mortalidad por COVID-19. Nuestro trabajo puede ayudar a informar estas decisiones”, añadió el Doctor Aneel Bhangu.
Por su parte, el profesor José Andrés Calvache, líder del estudio a nivel nacional en la ciudad de Popayán expresa que “este es uno de los estudios de cohorte más completos y grandes en el escenario perioperatorio y nos da información acerca del tiempo seguro a esperar antes de hacer cualquier cirugía después de haber sido positivo para COVID19. Estas decisiones siempre deben considerar los riesgos y beneficios del retraso y estos datos apoyan la toma de una decisión informada”. Con los resultados de este estudio, se clarifica que la cirugía (electiva) debe ser retrasada por al menos siete semanas, a menos que haya un riesgo significativo con el retraso.
El Doctor José Andrés Calvache agradece y felicita al equipo completo de investigadores de la ciudad de Popayán, afiliados al Hospital Universitario San José y al Hospital Susana López de Valencia, así como a sus directivos administrativos por apoyar y permitir desarrollar un estudio de esta magnitud con la colaboración activa de Popayán.
Si se requiere información adicional acerca de los esfuerzos de este estudio colaborativo, esta puede ser consultada en: https://globalsurg.org/covidsurg/.
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